Feliz
día de Santa Rosa! hoy se nos habla en el texto de Mt 13,44-46 de tesoros y
perlas, es decir "algo valioso".
-
Tanto que el campesino que encuentra el tesoro como el comerciante que
encuentra la perla venden todo lo que tienen para adquirirlos.
-
Ambas parábolas coinciden en que encontrar el Reino es fuente de alegría al
punto de relativizar todo con tal de pertenecer a él.
-
La comunidad por el Reino debe ser, ante todo, una comunidad alegre, y también
una comunidad donde la prioridad es vivir según los valores del Reino (justicia,
libertad, responsabilidad, tolerancia etc. y la lucha contra toda clase de
esclavitud y de corrupción).
Para
tener algunos datos de los tiempos de Jesús.
"EL
MOVIMIENTO DE JESÚS": Jesús desató un movimiento popular formado por tres
componentes:
1) Un grupo de misioneros ambulantes: que dejaban todo lo que
tenían y seguían a Jesús de aldea en aldea.
2) comunidades locales, formadas o
por grupos de familias que simpatizaban con el mensaje, con la persona de
Jesús, con el proyecto del Reino.
3) el propio Jesús Líder, Maestro, el Cristo,
el mesías guía de las comunidades y de los misioneros ambulantes.
¿Quiénes
formaron parte del movimiento de Jesús?
-
LOS POBRES: para quienes el anuncio de Jesús de que el Reino de Dios les
pertenecía, significó la mayor buena noticia que jamás se hubieran imaginado.
-
LAS MUJERES: hasta el momento marginadas y dejadas de lado.
-
ALGUNOS ZELOTES: que buscaban el Reino de Dios por la violencia pero se sentían
seducidos por el mensaje de Jesús.
-
LOS COBRADORES DE IMPUESTOS: despreciados, desconfiados por todos, recibidos
por Jesús e invitados a participar de la alegría del Reino
¿Qué
es lo que unifica a estas personas y grupos tan diferentes, con ideas y
experiencias tan distintas?
Los
une la inmensa alegría de haber encontrado el tesoro del Reino. La alegría del
Reino sobrepasa toda medida, ningún precio parece demasiado alto ante la
inmensa alegría que se recibe, por eso el punto central de estas parábolas es
la alegría del Reino que lleva a hombres y mujeres a dejarlo todo.
Como Iglesia
tenemos que estar al servicio de ese Reino, que nos compromete a darlo a
conocer, y a luchar contra todo lo que denigra aplasta y avasalla la dignidad
de las personas, contra toda injusticia social, contra toda corrupción y ser
capaz de dar la vida por ese Reino, muchas veces y hoy no basta con un "amo
a Jesús"...