COMUNIDAD BETANIA - Etapa Jóvenes Adultos - Agradece a Dios por su cumpleaños número 10.

Para los miembros de la comunidad Betania el 27 de junio de 2015 fue un día de gran celebración ya que cumplimos 10 años! 

Unos maravillosos 10 años en donde la comunidad vivió como una familia muchos momentos especiales que nos marcaron para siempre. Lo más hermoso para celebrar es la Vida en Betania, ya que hoy en 2015, la comunidad cuenta con 15 niños.
Todo ellos se gestaron y nacieron en la Comunidad, por lo que cada uno de nosotros los conoce desde su nacimiento, y eso los hace muy especiales porque estos niños viven el carisma de San Pablo desde bebes, y sin duda eso dejara huellas en sus vidas. Betania hoy siente que trasciende a través de estos niños, Cristo Camino Verdad y Vida está presente en ellos y este es el mayor motivo de celebración para los betanianos.

La primera reunión de la Comunidad fue el 27 de junio del 2005 y las personas que participaron fueron: Luciana Cerioni y Augusto Farías, Alejandra Pasqualini y Javier Tonatto, Elina Palomar y Bruno Cirnigliaro. 

Esta Comunidad surgió de la necesidad de este grupo de palestristas (todos provenientes de la comunidad de jóvenes Kenosis) que buscaban un lugar en donde seguir perseverando y que los identifique con sus nuevas realidades de jóvenes – adultos, sus vivencias, carismas y apostolado. Una comunidad que los acompañe en esta nueva etapa de la vida. 
En ese momento fue todo un desafío, ya que las comunidades de jóvenes adultos del movimiento eran pocas y no tenían muchos miembros perseverando. Por ese motivo Este grupo de jóvenes adultos tuvo casi dos años de discernimiento hasta fundar y escribir la carta fundacional que los identifico.

Betania fue el nombre elegido para la Comunidad ya que es allí donde está el sepulcro de Lázaro (Juan 11,1-44). Los miembros de la Comunidad Betania, como Lázaro, nos hemos sentido como ese hombre enfermo por el pecado, que camina hacia la muerte. Y nos sabemos “vueltos a la vida” por Jesús a este cambio de vida que nos lleva a un entendimiento más profundo de la espiritualidad cristiana y hacia el amor a los hermanos que nos necesitan. 

Reconocemos que el objetivo de nuestra existencia como comunidad, es que El pueda desplegar en nosotros el poder de su resurrección y su vida. Es lo que anhelamos: ser santos. Y hoy ese anhelo trasciende a nuestros hijos, a los que desde pequeños les mostramos este camino hacia la Santidad.

5 de Julio de 2015 - Comunidad Betania