COMUNIDAD SAULO - Testimonio Asesora - "Pongo a su servicio mi perseverancia y en Saulo hay quienes me enseñan a saber-ser, saber-estar, saber-saber, saber-hacer; lo que soy..."

Ser asesora de Saulo es un reencuentro, en los precisos tiempos de Dios, con las raíces de mi primera comunidad de jóvenes adultos, que estuvo integrada por “ex saulos”, con quienes previamente habíamos “existencializado la perseverancia”, como solía decir mi hermana Graciela Salazar 
Es un reencuentro con la pasión por la vocación de discípula y misionera de “la Vivi”, una hermana palestrista de pura cepa que combatió el buen combate de la fe y alcanzó la corona. 
“La Vivi”, decía con convicción y firmeza que San Pablo fue un apóstol activo, porque su acción nació de la contemplación de Cristo. “Ese es el eje que no debemos perder para ser discípulos misioneros”, marcaba con insistencia. Aquí estoy, querida hermana, con tus huellas en Saulo, insistiendo a tiempo y destiempo. 

Siempre sostuve que una de las tantas riquezas de Palestra, es la natural relación del joven con el adulto, con Dios en medio. Relación que me ha permitido construir mi identidad adulta. El Papa Francisco le decía a unas monjas que ser célibes no es ser “solteronas”, en lenguaje bien argento, y las exhortaba a ser fecundas en la maternidad desde el espíritu, desde el amor. Palestra, con esta riqueza, me hace fecunda en la maternidad; soy célibe, más no “solterona”. 

No soy “maternalista”, los chicos saben que apuesto a sus valores, que confío en sus capacidades, en su rebeldía esperanzada, en su fuerza creativa. Procuro tengan las raíces bien plantadas en el eje y las alas bien desplegadas para volar como cóndores y no vivir en la pavada. No sé si lo hago bien, es lo que busco y por lo que me afano. Quiero que no teman a los tiempos de desierto, porque son tiempos de crecimiento, de encuentro con Dios que se revela en la suave brisa.

Me quito las sandalias porque estoy ante la Tierra Sagrada que es cada uno de ellos. Fundamentalmente, me quito las sandalias del “poder aparente” de mis 38 años de palestrista, para que ellos SEAN. 
Pongo a su servicio mi perseverancia y en Saulo hay quienes me enseñan a saber-ser, saber-estar, saber-saber, saber-hacer; lo que soy: una adulta que acompaña durante el tiempo que sea necesario para ellos y para mí. 

Nuria Gómez López PM 17 - Comunidad Camino de Emaús
Asesora Comunidad Saulo