En el silencio de las grandes celebraciones de la VIDA, ayer, con el sacramento del bautismo nuevos hermanos se acercan a la vida común de la Iglesia, nuestros hermanos llenos de Dios con la Eucaristía quieren transitar sus nuevos caminos con nosotros y en nosotros, en nuestros corazones, en nuestras luchas ligadas y en el fervor de la evangelización.
"Termino una jornada agotadora pero lleno de bendiciones del Señor. Hoy tuvimos la oportunidad con los jóvenes de la Comunidad Filemón del Movimiento Palestra de recrear la escena del evangelio de este domingo.
Fuimos testigos privilegiados de un encuentro personal de Jesús con 3 adolescentes del Instituto Roca. Como la samaritana estaban sedimentos del amor verdadero y deseosos de la vida eterna. Jesús los sació con el agua viva del Bautismo y con el manantial de la Eucaristía.
Odiados por la sociedad, condenados por su pasado, estigmatizados por el consumo de las drogas, les compartimos a un Jesús misericordioso que no se indigna ni los recrimina. A través de la catequesis descubrieron que Él es el gran "regalo" de Dios que sabe escuchar el sufrimiento y restaurar la vida de las personas: «Si conocieras el don de Dios, todo cambiaría, incluso tu sed insaciable de vida».
Quiera Dios que en el corazón de estos chicos se despierte pronto la pregunta de la samaritana: «¿Será éste el Mesías?». Y que ayudados por la gracia de los sacramentos recibidos y por el acompañamiento de la Iglesia haya Pascua en sus vidas.
Gracias filemones por ser ese Cristo misericordioso para éstos condenados por la sociedad."
Pbro. Daniel Clerici