En SEMANA SANTA, varios jóvenes del Movimiento se pronunciaron con un "¡SI!" generoso a Cristo ante la invitación a acompañarlo, junto a otros tantos hermanos, a recorrer su Camino. Algunos de ellos nos comparten la vivencia de tal experiencia en su servicio en Pascua Joven del pasado fin de semana:
Dios nuevamente tocó la puerta de mi corazón, me llamó al servicio en Pascua Joven, a ser coordinadora de esos chicos que en esta Semana Santa acompañé, esos que Él ya había elegido para poner a mi lado. Es increíble cómo nos conoce y nos complementa porque logramos vivir una experiencia única juntos, y de la mano de los diferentes carismas que la Iglesia tucumana reúne, entregarnos completamente a la Voluntad de Dios, a ser instrumento suyo. Este retiro te impacta, te hace revivir cada momento de la Pasión, Muerte y sobre todo la Resurrección de Cristo. Porque el Domingo de Pascua junto con Él, resucitaron 600 adolescentes que le dijeron SI a esta locura, que han crucificado al hombre viejo, que aprenden a amar y cargar su Cruz, que deciden navegar mar adentro y hacerse pescadores de hombres, chicos con el corazón desbordando de Gracia, porque ahora es Cristo quien vive en ellos. Y todo eso es un milagro que solo el Amor y la Misericordia de Dios pueden lograr. Viví la Pascua de una manera tan diferente y profunda que el corazón se me quiere salir de tanto Amor de Dios. Servir al Señor es lo mas placentero que hay, no importa el cansancio, porque lo que el alma siente lo recompensa todo. Por eso cuando llama hay que largarse de cabeza porque tiene preparado lo que cada uno necesita. Nadie puede llegar al Domingo y seguir igual que el Miércoles cuando inició este camino, porque todas las personas que forman parte de este mismo cuerpo son tocados por Dios.
Palestra me mostró que Cristo es Camino, Verdad y Vida, en Kenosis aprendí que ser feliz estaba en servir, y Dios me llevó a Pascua Joven a ponerlo en práctica, para mostrarle a esos chicos que con Él todo es diferente, para tomar de mí lo que le sirva y darlo a los demás, a descubrir nuevamente que Él me amó y se entregó por mí!
Ana Rodríguez, PM 89 - Comunidad Kenosis.
“Y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” Gálatas 2:20
Soy una convencida de que si le pides algo a Dios de todo corazón, él te lo concede.. Pascua Joven fue un sueño para mí, y Dios me lo cumplió. Mi llamado llegó en un momento difícil de mi vida, donde sentía que el mundo se me venía abajo, pero una vez mas Dios me extendió la mano, me levanto y me pidió seguirlo, ¿y cómo no hacerlo? Si ME AMO Y SE ENTREGO POR MI. Mi corazón explota de alegría y entusiasmo.Viví esta Semana Santa de la mejor manera, desde el Servicio lo que tanto amo, no solo a los demás, también a Dios! Es la primera vez que vivo esta Locura de Amor, y con la mano en el corazón, lo volvería a hacer mil veces más. Vi a Dios en 820 rostros, en cada lágrima y sonrisa de esos Pascuantes, que al principio nos miraban como si estuviéramos locos.También lo vi en Organizadores y Servidores. Sé que mi entrega y cansancio lo valió todo, porque pude ver como Dios tocó cada corazón y lo transformó. Fue una experiencia única, amé hacerme pequeñita y entregarme entera, porque sé que Dios se valió de eso y, entre muchos, me escogió A MI. Me llevo lo mejor de todo esto!, 48 Servis que hoy son mis hermanos, y ante Dios nos supimos hacer uno y lo dimos todo! Tengo la firme convicción de que por lo menos uno de esos chicos volvió a casa con su corazón lleno como yo.
Lourdes Llanos, PM 87- Comunidad Misionera Nuevo Getsemaní
Mi llamado para ser coordinadora en Pascua Jóven vino, como todas las cosas que vienen de Dios, significando una enorme bendición para mi vida y una nueva oportunidad para renovar aquel fuego que representa mi amor por Cristo. Supe desde el minuto uno que algunos sacrificios habría de hacer, entonces, al asumir este compromiso y pese a mis dudas y mi temores supe responder "Sí" al llamado porque sencillamente no puedo negarme a Dios y a su plan perfecto.Cuando inició por fin Pascua Jóven pude confirmar aquello que mi corazón ya sabía de antemano: no eran aquellos jóvenes los que necesitaban de mi, era yo quien necesitaba vivir una auténtica Semana Santa a través y de la mano de ellos.Hoy me reconozco como una mimada de Dios porque Él me llamó por mi nombre y me concedió la gracia de ser testigo de como Él moldea los corazones de aquellos jóvenes, los sana al mismo tiempo que hace un hogar en ellos.Y yo fui una privilegiada porque pude acompañarlos en el camino y ver el amor de Cristo reflejado en sus ojos el Domingo de Pascua, porque Jesús había resucitado dentro del corazón de cada uno de ellos.
María Florencia Ferreira Frías, PM 87 - Comunidad Juan el Bautista.-
Renovados en Cristo resucitado y fortalecidos por su Amor, nuestros hermanos nos animan y exhortan a seguir a ese Cristo que es Camino, Verdad y Vida. Damos las gracias al Buen Dios que siempre nos manifiesta su amor a través de los hermanos.