Vi mi vida en ruinas, perdida,
buscándome.
Tuve que enfrentar ese dolor.
Es en el silencio que estabas
llamándome,
y mi nombre tu voz pronunció.
Yo, yo soy la semilla de tu eternidad.
Tú, la tierra fértil donde germinar,
sólo en tu amor vi mida encuentra rumbo.
Tú, fuiste iluminando mi oscuridad.
Me mostraste quien yo soy en realidad,
ahora sé que soy digno reflejo tuyo.
En milagro,
tu perdón transforma mi miseria y barro.
Rompes mi sordera con este llamado:
"Vuelve hija mía te estoy esperando".
Voy contigo, son las huellas tuyas
mi único camino,
si aspiro a lo alto hallo mi destino,
en tu cuerpo y sangre mi vida redimo.
Eres la verdad eterna, luz en mi camino,
tu Palabra me libera,
ya nada está perdido.
De las obras en mi vida yo soy tu testigo,
no le temo al fracaso,
porque Tu me has sostenido.
Mi nombre sé que está marcado
en tus palmas, mi amado.
Mi corazón sellado
por Cristo en cada espacio.
Sabes que mi corazón tu grandeza hoy canta:
"Hágase en mi vida y hágase en mi alma".
Tu viste en el fondo de mí un corazón que late;
buscaba, buscaba un amor que me rescate.
No pensaba hallarte pero Tú me encontraste,
con tu propia vida la mía salvaste.
Mi fe se renueva, me da la certeza
que en tu cuerpo santo soy valiosa pieza,
y como María hoy digo con simpleza:
"He aquí tu esclava, he aquí tu sierva".
Renazco del fuego y soy mujer nueva,
llego a la Fiesta, tu abrazo me encuentra
y de nuevo en casa, llena de tu Gracia
sello nuestra Alianza que de amor me sacia.
Yo te sigo,
eres mi Verdad, mi Vida y mi Camino.
Yo soy la respuesta que dará alivio,
en esta Palestra PEDALeando sigo.
Olvidando el camino que ya he recorrido,
me lanzo hacia la meta;
hasta el Cielo yo te sigo
(yo te sigo, yo te sigo)
Cargo con mi cruz,
signo de amor infinito,
Vos me diste vida nueva,
hoy vuelvo a empezar contigo...
¡Resucito!
¡Resucito!