Bienvenidos hermanos del PM 92, cuanto tiempo esperamos por
uds, cuanta oración, cuantos rezos para que la posibilidad del Amor llegue a
sus corazones en la presencia salvadora de Jesús.
Ahora es el
tiempo de la Perseverancia, es tiempo de dedicarnos exclusivamente a consolidar
lo que tanto nos costó conseguir, es el tiempo de fortalecer el Hombre Nuevo y
darle las herramientas necesarias. Uds pondrán su parte, sus ganas, su
presencia, su alegría, su gracia, nosotros, sus hermanos del Movimiento los
acompañaremos teniendo en cuenta algunas cosas; mucha oración, respeto por sus
decisiones, silencio para que puedan discernir, cuidado de no llenarlos de
invitaciones y reuniones. Acompañaremos en silencio orante y fructífero hasta que
termine el Período Sedimentador.
El
verbo original de perseverancia en griego es PROSKATERÉO, que no solo significa
continuidad, sino firmeza, ocuparse de modo incansable en seguir PEDALeando en
la Fe, junto a sus hermanos.
Luego
de las experiencias fuertes de Fe, como un Motivador, con el tiempo surgen los
viejos hábitos, las mañas del hombre viejo, el “encanto” de gastar la herencia
en el País Lejano, surgen de nuevo esas tentaciones, vicios, dejarse estar,
planificar aún sabiendo que no voy a empezar siquiera... un ejemplo, los
estudios… tener la posibilidad que muchos quisieran y sin embargo me pierdo en
mil quehaceres para “justificar” por qué no puedo sentarme a estudiar.
Falta
firmeza, falta ocuparse de modo incansable, para llegar a esas metas de tener
una profesión, o cumplir con el sueño de realizar mi vocación.
Cuando
estamos en esta situación es como andar empujando la Fe, o arrastrando los
compromisos asumidos, andamos abrumados por las nuevas propuestas que en un
momento me dije a mi mismo, por mi bien, y vamos cayendo en esa espiral…
“cuando menos rezo, menos ganas tengo de orar”… cuando menos voy a la reunión
de comunidad, menos ganas tengo…”, simple.
Para
el que persevera es todo lo contrario, sabe de antemano que el hombre viejo
está ahí, agazapado, esperando pacientemente el menor signo de dejadez, para salir
a hacer sus jugadas, las que conocemos bien.
Por
eso, debemos reforzar algunos elementos recibidos en el Motivador, y una
Comunidad es el mejor lugar para hacerlo, compartir la Fe y la Vida con otros
hermanos que tienen camino recorrido.
Así,
como el atleta, se despoja de todos los pesos y cosas que le hacen mal y no lo
dejan correr como debiera, así, los Palestristas, en este tiempo de
Perseverancia, debemos seguir en ese despojo constante de todo aquello que no
me deja ser libre, no me deja ser un hermano de Jesús, que entre tantas
enseñanzas nos deja eso de la vid y los sarmientos, hay que podar aquellas
cosas que nos hacen mal, para que seamos personas sanas y perseverantes.
No
estamos solos en este tiempo de perseverar, muchos hacemos lo mismo, corremos
como atletas espirituales juntos a muchos hermanos y ellos mismos nos alientan
y nosotros mismos alentamos a otros.
Cuando
dejamos, en esa hipotética pero significativa carrera, de ver a Jesús,
dejamos de perseverar en sus enseñanzas.
Bienvenidos a la mejor manera de vivir en gracia… perseverando.
También
damos gracias a Dios por todos los involucrados en el servicio en estos tiempos
de motivadores. Al trabajo silencioso y fecundo de muchos, a los que aportaron
los bienes material y sus tiempo para acompañar el Proceso.